Descubre las claves para construir una reputación sólida y convertirte en alguien en quien todos depositan su confianza de forma natural.
Descubrir MásLa reputación es como un edificio de cristal: requiere tiempo, esfuerzo y consistencia para construirla, pero basta un solo error para que se desmorone por completo.
Los seres humanos estamos programados evolutivamente para recordar con más intensidad las experiencias negativas que las positivas. Esta asimetría hace que un solo error pueda eclipsar años de acciones positivas.
Una reputación sólida se basa en tres pilares fundamentales que deben mantenerse constantes en el tiempo:
La velocidad con la que se propaga la información en la era digital ha intensificado este fenómeno. Un error que antes podía quedar en un círculo reducido, hoy puede viralizarse y afectar tu reputación globalmente en cuestión de horas.
Una persona en quien todos confían proyecta coherencia en todas las facetas de su vida. Esta alineación entre lo que dices, lo que haces y lo que proyectas genera un aura de autenticidad que las personas perciben de forma intuitiva.
Para construir esta imagen de confiabilidad:
Más del 70% de lo que comunicamos se transmite a través del lenguaje corporal. Una persona confiable:
La autoridad genuina se construye sobre una base sólida de conocimiento y experiencia verificable:
La autoridad no se impone, se proyecta. Una presencia que inspira confianza se caracteriza por:
La mejor forma de gestionar los errores reputacionales es evitarlos mediante:
Cuando el error ya ocurrió, la diferencia entre un daño temporal y uno permanente radica en la forma de gestionarlo:
Algunos errores son tan graves que pueden destruir permanentemente la confianza depositada en ti:
Estos comportamientos son precursores de errores graves que dañan la confianza: